Cuando el miedo a vomitar afecta tu vida
La emetofobia es un trastorno poco conocido, pero que puede tener un gran impacto en la vida de quien lo padece. Se trata de un miedo intenso e irracional a vomitar, a ver a otros/as vomitando, o incluso a sentir náuseas. Aunque para la mayoría de las personas vomitar es simplemente desagradable, para alguien con emetofobia puede ser una experiencia aterradora, paralizante y angustiante.
¿Cómo se manifiesta la emetofobia?
Las personas con emetofobia no solo temen vomitar, sino que suelen vivir en alerta constante, tratando de evitar cualquier situación que pudiera hacerlas sentir mal del estómago. Esto puede incluir:
- Evitar ciertos alimentos o comer muy poco.
- No salir a restaurantes o fiestas por miedo a intoxicarse.
- No subirse a transportes públicos por temor a marearse o ver a alguien vomitando.
- Evitar el embarazo por el miedo a las náuseas matutinas.
- Evitar hospitales o personas enfermas por miedo a contagiarse.
En muchos casos, este miedo llega a ser tan fuerte que interfiere con la vida cotidiana, afectando el trabajo, las relaciones sociales y la salud física y emocional.
¿De dónde viene este miedo?
La emetofobia puede tener distintos orígenes. A veces, surge después de una experiencia traumática relacionada con el vómito, ya sea propia o presenciada en otra persona. En otros casos, no hay un recuerdo claro del inicio, pero el miedo se va instalando poco a poco, hasta volverse dominante.
También puede estar relacionada con otros trastornos como la ansiedad generalizada, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), o incluso con experiencias de pérdida de control, ya que vomitar suele ser visto como una situación muy poco controlable.
¿Qué se siente tener emetofobia?
Para quien no lo ha vivido, puede parecer un miedo “extraño” o exagerado. Pero para quien lo sufre, la angustia es real. No se trata de simple incomodidad, sino de una ansiedad intensa, a veces acompañada de ataques de pánico, pensamientos obsesivos, y una necesidad de controlar todo lo relacionado con el cuerpo, la comida y el entorno.
¿Tiene tratamiento?
Sí. La emetofobia se puede tratar, y muchas personas logran una mejor calidad de vida con el acompañamiento adecuado. Los enfoques más efectivos suelen incluir:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): ayuda a identificar y cambiar pensamientos distorsionados relacionados con el miedo.
- Exposición gradual: se trabaja poco a poco con las situaciones temidas para que la persona gane confianza.
- Técnicas de manejo de ansiedad: como la respiración consciente, relajación muscular o mindfulness.
Un mensaje para quien lo está viviendo
Si te sientes identificado/a con este miedo, es importante que sepas que no estás solo/a. Aunque la emetofobia no se hable mucho, muchas personas lo experimentan en silencio. Lo más importante es buscar ayuda profesional, sin vergüenza ni culpa.
En Centro Vitaria Psicología y Sexología Jerez podemos ayudarte en este proceso, superar el miedo puede llevar tiempo, pero con apoyo adecuado y herramientas apropiadas, es posible recuperar la tranquilidad y volver a disfrutar de la vida sin tanto temor.

Profesional, empática, natural y cercana. Dirige y coordina el centro y nuestro equipo, logrando que lxs pacientes se sientan cómodxs y segurxs de estar recibiendo la ayuda que necesitan. Psicóloga y sexóloga, es el eje sobre el que gira Vitaria.